martes, 30 de agosto de 2011

Reseña: Continuidad de los parques

“Continuidad de los parques” es un microrelato de tipo surrealista, muy abundante en la literatura cortazariana, y uno de los más valorados por la crítica y los lectores. Nos ocuparemos más tarde de su hilo narrativo para analizar primero el argumento. En él intervienen dos realidades, dos planos diferentes aunque paralelos: uno, el de un hombre leyendo la novela (de ahora en más “el lector”); otro, el de la novela. Cada cual es independiente y sólo se comunican a través de la lectura.
Cortázar comienza por sumergirnos en la realidad del lector que se dispone a retomar una novela y luego, al iniciar la lectura, pasa a describir la realidad novelesca de los amantes en la cabaña, urdiendo un plan no del todo definible. Hasta este punto, ambas realidades se han conectado de un modo puramente convencional. Pero al finalizar el cuento, en autor nos insinúa sutil pero indudablemente lo que ha sucedido. Las dos realidades se han convertido en una, o sea que ya no sólo están conectadas sino que han convergido para formar un único universo.
Ahora sí, repasemos brevemente el hilo narrativo para entender en qué punto del relato ocurre la transgresión: el lector se encuentra en su casa, frente a los ventanales con vista al parque. Está sentado en un sillón de terciopelo verde y muy interesado en su libro. Entonces lee el encuentro de los amantes en la cabaña, la pasión que los une, la necesidad que tienen de llevar a cabo un crimen. Luego se separan fuera de la cabaña, y la atención se concentra en la aventura del personaje masculino, el cual corre a través de lo que parece ser un parque. Al terminar el recorrido llega a una casa, entra y se dirige sin vacilar a donde su amante le ha indicado ir. Finalmente, en las últimas tres líneas del cuento nos damos cuenta de que la misión del personaje es apuñalar al lector.
Este recurso –con diferentes matices es utilizado por Cortázar en otros cuentos como “La noche boca arriba”, de Final del juego, y “El otro cielo”, de Todos los fuegos, el fuego. En todos esos relatos podemos distinguir algunos factores comunes. Los principales son: la coexistencia de dos realidades distantes ya sea por causas cronológicas, geográficas, etc.; y la convergencia mágica de esas dos realidades en un punto determinado. En el caso de “Continuidad...” se fusionan en el parque, que actúa como frontera entre las dos realidades y le da significado al título del cuento. Esto representa una ruptura de lo racional, un atentado a lo que consideramos a través de la lógica como la Realidad. Una vez más, Cortázar juega con las leyes que rigen nuestro mundo para decirnos que nada es absoluto ni definitivo.


Por Camila Insua